PANTA RHEI
Y todo es inicio y despedida, a un tiempo mismo,
etéreo río que corre, fluyendo hacia su cauce;
mi caricia te sorprende, nueva, y si embargo tiene siglos;
el acento con que te llama mi amor, lo pueblan aves
que partieron un día impensado, de lo recóndito de mi pecho...
¿Entiendes que estamos partiendo en cada momento
acaso hacia nuestro propio y sublime encuentro...?
¿Creerías las multitudes que me pueblan
cuando desgarra el silencio mi boca, al decirte -Te quiero-?
Innúmera y Una, las formas de mi caricia,
han presentido cada gesto de tus formas
y de tu espíritu cada celestial acento...
¡Camino virgen poblado de tus ecos!
¡Término y mudanza del peregrinar continuo
del alma hacia el alma de las cosas!