Tríptico

Hola, lector. Dejo aquí tres pequeños poemas que escribí hace un tiempo ya, y que no pueden llamarse Haikus porque no respetan las medidas de ese estilo japonés, pero que responden sin embargo al mismo sentido literario, es decir, capturar con la máxima espontaneidad y economía de palabras, un instante de honda reflexión o sentimiento.
Espero sean del agrado; más abajo puedes dejar tu comentario y/o crítica.

I (Nostalgia)

Soleado frío de Otoño.

Nostalgia en la tarde. Tu rostro

se me cruza en el pensamiento.

II (Camino)

Reposo en la tarde.

Miré el camino y dije:

todo es senda en el mundo.

III (Ocaso)

Entre los serenos colores del ocaso

vuela un ave silenciosa.

Así será mi muerte.

INSPIRACIÓN

Hola, lector!
En esta ocasión dejo un poema (correspondiente al Libro El Peregrino) que escribí hace un tiempo, sobre la Inspiración; en ese entonces solía escribir mucho por las mañanas, bien temprano, y la verdad es el horario del día en que más "receptivo" me he sentido a lo largo del tiempo. Este poema va en honor a esas hermosas mañanas de creación poética.

Inspiración 

"Yo te saludo, rocío de mis tantas auroras

que vienes tácitamente a posarte en mis espinas;

misteriosa perla de esencias puras y divinas,

impetuoso tropel de mariposas soñadoras...

Viertes en mis labios, con manos tan bellas y finas,

cuanto oculta la noche con sus sombras veladoras...;

¡quién cantara lo que aquéllas ánforas sonoras

depositan su caudal de aguas cristalinas!

Así me llegas en las mañanas luminosas:

con ecos de olas,con el perfume de las rosas,

con el sutil gorjeo de las aves parlanchinas;

y me invade un tenue suspiro y un rumor de viento,

y es entonces cuando abrazo todo un sentimiento...,

¡oh, rocío que vienes a posarte en mis espinas!"

                                           FOTO: Caldén, en la Prov. de La Pampa, Argentina (Prosopis Caldenia)



Saludos

Alberto